QUE DICE LA GENTE DE JESUS
1. (Mateo 16:13) Jesús le pide a sus discípulos que le digan lo que otros dicen que Él es.
a. Viniendo Jesús a la región de Cesárea de Filipo: Jesús nuevamente se retiró de la región judía principal de Galilea y vino a un lugar más poblado por gentiles. Esto era probablemente un retiro de las multitudes apremiantes.
i. “Cesárea de Filipo esta aproximadamente a veinticinco millas [46 kilómetros] noreste del mar de Galilea…La población era principalmente judía, y ahí Jesús tendría paz para enseñar a los Doce.” (Barclay)
b. ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?Jesús no hizo esta pregunta porque no sabía quién era El mismo, o porque tuviera una dependencia desafortunada en la opinión de los demás. El hizo esta pregunta como introducción para una pregunta más importante a continuación.
i. Cesárea de Filipo era un área asociada con ídolos y rivalidad de deidades. ” El área fue dispersado con templos de adoración a los antiguos Baal Sirio … Muy cerca de Cesárea de Filipo allí levantó una gran colina, en la cual era una profunda caverna; y se decía que en esa caverna era el lugar del nacimiento del gran dios Pan, el dios de la naturaleza…En Cesárea de Filipo había un gran templo de mármol blanco construido a la divinidad del César …Es como si Jesús deliberadamente se posicionó en contra del trasfondo de las religiones del mundo en tu da su historia y esplendor, y demandaba el ser comparado a ellos y tener el veredicto a su favor.” (Barclay)
2. (Mateo 16:14-16) Una pregunta directa y una respuesta directa.
Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
a. Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas: La gente que pensaba que Jesús era Juan el Bautista, no sabían mucho acerca de Él, y no sabían que Jesús y Juan habían ministrado al mismo tiempo. Sin embargo Juan, Elías, y Jeremías (junto con otros profetas) eran reformadores nacionales y se enfrentaban a los gobernantes corruptos de sus tiempos.
i. Algunos pensaban que Jesús era un heraldo de arrepentimiento nacional, como Juan el Bautista y algunos pensaban que Jesús era un trabajador famoso de milagros, como Elías. Algunos pensaban que Jesús era alguien que hablaba palabras de Dios, como Jeremías y los profetas.
ii. Quizá al ver a Jesús es estos roles, la gente esperaba a un mesías político quien derrotaría el poder corrupto que opresando a Israel.
iii. La tendencia general en todas estas respuestas era subestimar a Jesús; el darle una medida de respeto y honor, pero quedar corto al honrarlo por quien realmente es.
b. ¿Quién dicen que soy? Estaba bien para los discípulos que saben lo que otros pensaban de Jesús. Pero Jesús les tenía que preguntar, como individuos, lo que ellos creían acerca de Él.
i. Esta es la pregunta colocada delante de quienes escuchan de Jesús; y somos nosotros, no Él, quienes somos juzgados por nuestra respuesta. De hecho, nosotros respondemos esta pregunta todos los días por la manera en que vivimos y hacemos. Si realmente creemos que Jesús es quien Él dice que es, eso afectará la manera en que vivimos.
ii. “Nuestro Señor presupone que sus discípulos no tendrían los mismos pensamientos como los ‘hombres‘. Ellos no seguirían al espíritu de la época, y no conformarían sus puntos de vista a los de las personas ‘cultas’ de ese periodo.” (Spurgeon)
c. Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente: Pedro sabia la opinión de la multitud – mientras era complementario hacia Jesús – no era preciso. Jesús era mucho más que Juan el Bautista, Elías o algún profeta. Él era más que un reformador nacional, más que un trabajador de milagros, más que un profeta. Jesús es el Cristo, el Mesías.
i. Podemos suponer que se trataba de una comprensión que Pedro y los discípulos concluyeron después de un tiempo. En el principio fueron atraídos a Jesús por ser un rabí remarcable e inusual. Ellos se comprometieron a Él como sus discípulos y estudiantes, como se practicaba en ese tiempo. Sin embargo, al pasar el tiempo Pedro – y, presumiblemente otros de los discípulos hasta este punto – entendían que Jesús era en efecto el único Mesías (el Cristo pero también el Hijo del Dios viviente.
ii. Pedro entendía que Jesús no solamente era el Mesías de Dios, sino que también era Dios mismo. Los judíos correctamente pensaron que para recibir el título “el Hijo del Dios viviente,” en un sentido único, era hacer reclamar la deidad misma.
iii. “El adjetivo viviente quizá se incluyó para contrastar al único Dios verdadero con las deidades locales (Cesárea de Filipo era el centro de la adoración a Pan).” (France)
3. (Mateo 16:17-20) Jesús felicita a Pedro por su declaración audaz y correcta.
Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijesen que él era Jesús el Cristo.
a.No te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos: Jesús le revela a Pedro que él habla por inspiración divina, aun si él no lo sabía en ese momento. En esto, Pedro fue bienaventurado genuinamente – tanto por la propia intuición y cómo llegó a él.
i. Muy a menudo esperamos que Dios hable de una manera extraña y sobrenatural. Aquí Dios habló a través de Pedro tan naturalmente que ni siquiera se dio cuenta de que el Padre que está en los cielos se lo había revelado.
ii. Esto también nos habla acerca de nuestra necesidad de una revelación sobrenatural de Jesús. “Si tú sabes más de Jesús que de lo que te ha revelado la carne y la sangre, no te ha traído mas bendición que las conjeturas que le trajeron los fariseos y saduceos de su época, quienes permanecieron como una generación mala y adultera.” (Spurgeon)
b. Yo también te digo, que tú eres Pedro: Esto no era solamente el reconocimiento del nombre romano de Pedro; también era una promesa de la obra de Dios en Pedro. El nombre Pedro significa “Piedra.” Aunque quizá sea poco común, Pedro era una piedra, y se convertiría en una piedra. Dios había y estaría transformando su carácter naturalmente extremo en algo sólido y fiable.
c. Y sobre esta roca edificaré mi iglesia: Las palabras esta roca han sido el recurso de mucha controversia. Lo mejor es verlo como si se refiriese a Jesús mismo (quizá Jesús señalando a sí mismo cuando Él dijo esto), o refiriéndose a la confesión de Pedro acerca de quién es Jesús.
i. Pedro, por su propio testimonio, no se veía a sí mismo como la roca en la que se edificaría la iglesia. El escribió que somos rocas vivientes, pero Jesús es la piedra de ángulo. Podríamos decir que Pedro fue el “primer creyente”; que él era la “primera roca” entre las “muchas rocas.”
ii. Pedro lo mencionó en 1 Pedro 2:4-5: Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
d. Edificaré mi iglesia: Este es el primer uso de la palabra iglesia en el Nuevo Testamento (o de la Biblia en este caso), usando la palabra griega antigua ekklesia. Significativamente, esto era antes del comienzo de lo que normalmente pensamos como la iglesia en el día de Pentecostés en Hechos 2.
i. Esto demuestra que Jesús estaba anticipando o profetizando lo que vendría por medio de estos discípulos/apóstoles y aquellos quienes creerían en su mensaje que Jesús es el Hijo del Dios viviente.
ii. La palabra griega antigua ekklesia no era primeramente una palabra religiosa para nada; solamente significaba, “grupo” o “grupo llamado a salir.” En describir el grupo futuro de Sus seguidores y discípulos, Jesús deliberadamente escogió una palabra sin ningún significado religioso distinguido.
iii. Además, esta declaración de Jesús era una demanda clara de la propiedad (Mi iglesia). La Iglesias pertenece a Jesus. Esta fue también una reclamación a la deidad: “Lo que es sorprendente es…la audacia de la descripción de Jesús de la iglesia siendo mi comunidad, en vez de las de Dios.” (France)
iv. Tomado en conjunto, la promesa es maravillosa:
· Él trae a Su pueblo en común: Edificaré
· Él edifica en un cimiento firme: Sobre esta roca edificaré.
· Él edifica algo que le pertenece a Él: mi iglesia.
· Él la edifica en una fortaleza: las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
e. Y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella: Jesús también ofreció una promesa – que as fuerzas del mal y la muerte no prevalecerán en contra o conquistaran a la iglesia. Esta es una promesa de gran valor en tiempos difíciles o desalentadores para la iglesia.
i. El comentarista puritano John Trapp explicó las puertas del Hades de esta manera: “Todo el poder y la política del infierno combinados.”
ii. ” Ni el infierno significa aquí el lugar de los condenados… ni tampoco muerte, ni las fosas, o el estado de los muertos: sin embargo, el diablo también se entiende aquí, como el que tiene el poder de la muerte, Hebreos 2:14.” (Poole)
iii. “Las puertas del infierno, i.e., las maquinaciones y poderes del mundo invisible. En los tiempos antiguos las puertas de ciudades fortificadas eran para mantener los concilios y usualmente eran lugares de gran fuerza. La expresión de nuestro Senior significaba, que ni los planes, estratagemas, ni fuerza de satanás y sus ángeles, nunca prevalecerá en cuanto a destruir las verdades sagradas en la confesión anterior.” (Clarke)
iv. Una visión ligeramente diferente: “Es por lo tanto decir que no va a morir, y ser recluido por las ‘puertas de la muerte’.” (France)
f. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos: Esta idea de pedro sosteniendo las llaves del reino de los cielos ha capturado la imaginación (y teología) de muchos cristianos a través de los siglos. En representación artística, Pedro siempre es demostrado con llaves.
i. Algunas personas piensan que esto significa que Pedro tiene la autoridad para dejar entrar a la gente al cielo, o el mantener a personas afuera del cielo. Esta es la base para la imagen popular de Pedro de las puertas nacaradas de cielo, permitiendo entrar a la gente o rechazándola.
No hay duda de que Pedro desempeño un papel importante en la iglesia primitiva:
· Siempre esta listado en primer lugar en el listado de los discípulos.
· Él abrió puertas del reino a los judíos en Hechos 2:38-39.
· Él abrió las puertas del reino a los gentiles en Hechos 10:34-44.
iv. Sin embargo no hay ningún argumento bíblico de que se haya pasado a alguien más el privilegio y autoridad de Pedro. Para ponerlo de una manera; uno podría decir que Jesús le dio las llaves a Pedro, pero no le dio la autoridad de pasarlas a otra generación futura, y no hay ni un susurro en las Escrituras que la autoridad de Pedro se haya pasado.
g. Y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos: El poder para atar y desatar es algo que los rabís judíos usaban en ese tiempo. Ellos ataban o desataban a un individuo en la aplicación de un punto particular de la ley. Jesús promete que Pedro – y los otros apóstoles – podrían establecer los límites autoritativos para la comunidad del nuevo pacto. Esta es la autoridad dada a los apóstoles y profetas para edificar una fundación (Efesios 2:20).
i. Deberíamos de entender esto como Jesús dando tanto el permiso como la autoridad a los apóstoles de la primera generación para hacer las reglas de la iglesia primitiva – e indirectamente, los escritos inspirados que guiarían a todas las generaciones de cristianos. La autoridad que Pedro carga es “no una autoridad que carga él solo, como se pudo haber visto en la parte posterior del versículo en Mateo 18:18 con referencia al grupo de discípulos como un conjunto.” (France)
ii. “Atando” y “desatando” eran términos administrativos en la vida judía cotidiana; cada vez que un judío se topaba con la Ley de Moisés, esa persona judía era “atada” o “desatada” con respecto a esa ley. El desatar era permitir; el atar era prohibir. El desatar era liberar de la ley, el atar era someter bajo la ley. “Su sentido regular, el cual cualquier judío reconocería como permitir y prohibir. El atar algo era declararlo prohibido; el desatarlo era declararlo permitido. Estas eran frases regulares para tomar decisiones con respecto a la ley.” (Barclay)
iii. En la vida cotidiana judía, esto podría ser complicado. Aquí está un ejemplo de unos escritos rabínicos antiguos, citado por el maestro Mike Russ:
· Si tu perro muere en tu casa, ¿está tu casa limpia o inmunda? Inmunda.
· Si tu perro muere afuera de tu casa, ¿tu casa está limpia o inmunda? Limpia.
· Si tu perro muere en tu puerta, ¿está tu casa limpia o inmunda? Escritos rabínicos antiguos tomaban este asunto y decidían que si el perro moría con su nariz apuntando a la casa, la casa estaba inmunda; si el perro moría con la nariz apuntando fuera de la casa, la casa estaba limpia.
iv. Como su rabí, Jesús hizo este atar y desatar para sus propios discípulos. Sin usar las mismas palabras, esto es lo que Jesús hizo cuando les permitió tomar los granos de trigo en el campo (Mateo 12:1-8).
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