Estudio Biblico 7/8/20

“El espíritu que existia en Caleb”

Josué 14:6-14

1 Corintios 2:11 – “Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.”

Obviamente, las Escrituras hacen una diferencia entre el espíritu del hombre y el Espíritu Santo de Dios. Muchas veces, cuando la Biblia habla del espíritu del hombre, se refiere a su actitud, a su estado de ánimo.

Pablo le dijo a Timoteo: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”– 2 Tm.1:7

Si hay un “espíritu” que todo cristiano debería tratar de imitar, es el espíritu que tuvo Caleb… 

1. Un espíritu de cumplir, aunque otros no lo hagan…

Jos.14:7-8, “Yo era de edad de cuarenta años cuando Moisés siervo de Jehová me envió de Cades-barnea a reconocer la tierra; y yo le traje noticias como lo sentía en mi corazón. Y mis hermanos, los que habían subido conmigo, hicieron desfallecer el corazón del pueblo; pero yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios.” 

Hoy en día, vivimos en tiempos y en medio de una generación que demanda mucho sus “derechos”, pero le huye a los “deberes”. ¡Oh, que Dios nos ayude a tener un “espíritu de cumplir con nuestros deberes”. Creo que esa actitud es la que más hace falta en nuestros hogares y nuestros ministerios. Aquí en Estados Unidos, cuando se menciona la generación que vivió durante la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, típicamente se le llama: “The Greatest Generation” (La generación más grande de todas), quizás porque las características más sobresalientes de esa generación fueron su esfuerzo, sacrificio y valor.

Recuerdo cuando en Enero del año 1991, el Dr. Hyles, pastor de la Primera Iglesia Bautista de Hammond, IN predicó en una conferencia que auspició nuestra iglesia su famoso mensaje: “Duty” (“Deber”).

Una y otra vez él repetía la frase: “It´s your duty (es tu deber)… ser un buen cristiano, un buen esposo, un buen padre, un buen ciudadano, un buen miembro de tu iglesia – fiel, constante, esforzado, valiente, que cumple con su deber siempre!!!” El Espíritu Santo de Dios me dio convicción en mi corazón y a la hora de la invitación, a pesar que yo estaba sirviendo de ujier en la esquina más retirada del balcón, busqué como llegar hasta el altar para humillarme delante del Señor, pidiéndole perdón por mis inconsistencias y mi falta de compromiso. Y le hice una promesa al Señor, que a partir de ese momento, me esforzaría para ser un cristiano, padre y esposo que cumpliría con sus deberes siempre. 

Ese era el “espíritu de Caleb”… y ese es el espíritu que más necesitamos en nuestras iglesias el día de hoy, hermanos y hermanas, jóvenes y señoritas, que no teman ser cristianos consagrados, comprometidos, fieles, que se paran por lo que es correcto y sirven a Dios aunque otros no lo estén haciendo.

2. Un espíritu de confiar en las promesas de Dios…

Jos.14:9-10, 12a– “Entonces Moisés juró diciendo: Ciertamente la tierra que holló tu pie será para ti, y para tus hijos en herencia perpetua, por cuanto cumpliste siguiendo a Jehová mi Dios. Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, cómo él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, hoy soy de edad de ochenta y cinco años… Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día;…”

A Caleb no se le había olvidado la promesa que Dios le había hecho por boca de Moisés a pesar que habían ya pasado cuarenta y cinco años. ¡Que fe la de Caleb! 

La Biblia dice: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” – He.11:6 y en He.10:38 – “Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma.”

Mientras tengamos fe, seguiremos adelante viviendo, sirviendo y obedeciendo; pero el momento que flaquemos en nuestra fe, comenzaremos a retroceder. 

¡Que importante es alimentar nuestra fe diariamente! Ro.10:17 – “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”

Dice el Himno: “Todas las promesas del Señor Jesús, son apoyo poderoso de mi fe; mientras viva aquí cercado de su luz, siempre en sus promesas confiaré.” “Grandes, fieles, las promesas que el Señor Jesús ha dado, Grandes, fieles, en ellas para siempre confiaré.”

3. Un espíritu de conquista… 

O sea, un espíritu de visión, de vencedor, de valor… 

Pablo dijo a Timoteo: “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” – 2 Tm.1:6-7

Caleb estaba convencido en su corazón, no solo que Dios cumpliría Su promesa, sino que le daría las fuerzas para conquistar “ese monte”… 

Jos.14:11-14, “Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y entrar. Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día;… Quizá Jehová estará conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho. Josué entonces le bendijo, y dio a Caleb hijo de Jefone a Hebrón por heredad. POr tanto, Hebrón vino a ser heredad de Caleb hijo de Jefone cenezeo, hasta hoy, por cuanto había seguido cumplidamente a Jehová Dios de Israel.”

La Biblia promete al hijo de Dios: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porqu eyo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” – Is.41:10

“Porque yo soy Jehová tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.” – v.13

Conclusión:

¿Que monte hay en nuestras vidas que necesitamos conquistar? ¿Que tierra queda aún por poseer? (Jos.13:1) ¿Quizás es un vicio, un mal hábito – una fortaleza que necesita ser derribada, conquistada?

¿Quizás es un sueño, una meta por alcanzar? ¿Quizás es un ministerio que necesita ser avivado? 

Si somos fieles en cumplir con nuestros deberes; si amamos al Señor y confiamos en Sus promesas; si tenemos visión para hacer algo grande para el Señor y un espíritu de valor y poder… ¡Nada hay imposible de conquistar! La pregunta es: ¿Que espíritu hay en nosotros? ¿Cómo está nuestra actitud, nuestro ánimo? 

1 Co.2:11 – “Porque ¿quien de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él?…”

Muchas veces no alcanzamos nuestras metas y nos damos por vencidos; nos desanimamos, porque no tenemos el espíritu correcto… porque hay algo que no está bien con nuestro espíritu.

Pr.16:2 – “Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; Pero Jehová pesa los espíritus.”

Algo bien importante a reconocer como cristianos es: Nuestro espíritu debe estar de acuerdo o en harmonía con el Espíritu Santo de Dios que mora en nosotros. Si no lo está, nosotros somos los que estamos mal, no el Espíritu de Dios. Algo hay que cambiar; algo hay que arreglar. 

Ro.8:13-14, 16– “porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espiritu de Dios, éstos son hijos de Dios… El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.”

¿Que espíritu hay en usted?

Alfredo Gomez

Si usted ha recibido a Cristo como su Salvador personal, usted tiene al Espíritu Santo de Dios morando en usted; y si anda conforme al Espíritu y no según los deseos de su propia carne, El Espíritu Santo guiará cada una de sus decisiones conforme a la voluntad de Dios. Que el Señor nos ayude a tener un espíritu como el de Caleb – de cumplir, de confiar y de conquistar… ¡Nada hay imposible para Dios!

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